Dolmen
Dolmen de Axeitos, Galicia.
Dolmen del Mellizo en Valencia de Alcántara, Extremadura.
Un dolmen, que en bretón quiere decir mesa grande de piedra, es una construcción megalítica consistente por lo general en varias losas (ortostatos) hincadas en la tierra en posición vertical y una losa de cubierta apoyada sobre ellas en posición horizontal. El conjunto conforma una cámara y está rodeado en muchos casos por un montón de tierra de sujeción o piedras que cubren en parte las losas verticales, formando una colina artificial túmulo, distinguible como marca funeraria.
Estas estructuras se dan en Europa Occidental, sobre todo en la franja atlántica, y fueron construidas durante el Neolítico final y el Calcolítico. Su función atribuida suele ser la de sepulcro colectivo, pero también se cree que puede ser una forma de reclamar un territorio y reforzar la identidad grupal, dada la poca id entidad de los poblados neolíticos en tránsito a los calcoliticos y que prepara las ciudades de época del bronce.
Los modelos sencillos de dólmenes consisten en dos o más piedras verticales y encima una horizontal, ejercicio de destreza constructiva monumental sin par. Generalmente se acompaña de otras piedras en los alrededores de grandes dimensiones.
Cuando al dolmen se le añade un pasillo que lo conecta con el exterior se le llama tumba de corredor a la manera de avenida para desfilar el cortejo funerario, cuya cámara puede estar construida con ortostatos (grandes losas) mediante una falsa cúpula hecha con lajas de piedra o haber sido excavada en la roca. Es el primer ejemplo de habilidad constructiva al mover enormes bloques con el reto de mantener alzada la estructura.
Un tercer tipo de tumba megalítica es la de galería, más tardía, en la que el corredor no se diferencia de la cámara, y que a veces cuenta con pilares, prototipo posterior de las columnas en los templos, con el fin de sostener las pesadas cubiertas.
Crómlech
Crómlech de Stonehenge, Inglaterra.
Crómlech de Swinside, Inglaterra.
Un crómlech o crónlech es un monumento megalítico formado por piedras o menhires clavados en el suelo y que adoptan una forma circular o elíptica, cercando un terreno. Está difundido por Gran Bretaña y por la Bretaña francesa, así como en la Península Ibérica, Dinamarca y Suecia.
En castellano también reciben los nombres compuestos de círculo de piedras, anillos de piedras o círculo megalítico.
La palabra cromlech en inglés es usada para los dolmenes y no para los círculos de piedra. En francés se le da el mismo uso que en español.
Etimología
La palabra crómlech proviene del inglés, que la adquirió del antiguo galés. Está formada por crwm, « curvado » (crom en femenino), y lech, « piedra plana », y significa « piedra plana (colocada en) curva ». Un crómlech es un monumento mégalitico formado por varias decenas de menhires plantados en círculo. Hay menhires dispuestos de forma rectangular, como en Bretaña en el «cuadrilátero de Crucuno», pero el hecho de no ser una disposición circular hace que no sean crómlech stricto sensu.
Características principales
Estos círculos de piedras podían estar aislados, pareados con otro círculo de piedras o asociados a alineamientos de menhires. El crómlech más conocido y más importante es el crómlech de Stonehenge, en Inglaterra.
Se cree que inicialmente los crómlech fueron sólo monumentos funerarios que rodeaban a dólmenes o túmulos y que, más tarde, pudieron convertirse en recintos sagrados y, en algunos casos, en una especie de templos. Estas son hipótesis mantenidas por científicos cuyas investigaciones sobre el megalitismo sólo se pueden apoyar en datos arqueológicos y no sobre fuentes escritas.
Los crómlech son mucho más escasos que los otros monumentos megalíticos, como los dólmenes, menhires, etc...
La mayoría parecen datar, especialmente en Europa, de la edad del bronce (entre el siglo XXVI a. C. y el sigloI X a.C.- 2500 a.C a 1000 a. C.). Los harrespil (como el de Bilheres, en Aquitania, en los Pirineos Atlánticos) siguieron utilizándose durante la edad del hierro. Si embargo se encuentran algunos más antiguos, que se han podido datar gracias a los objetos neolíticos (especialmente cerámica) encontrados, como en el islote de Er Lannic, en el golfo de Morbihan en Bretaña.
Los crómlech se encuentran por todo el mundo, desde la India hasta Inglaterra, en Escandinavia, en Cabilia y en América. No parece que se les pueda imputar un simbolismo único. Los skibsaetninger nórdicos (sepulturas colectivas recubiertas por piedras formando el casco de un barco, y que pueden contener cientos de cadáveres), con su forma de barco, tenían seguramente un significado diferente ligado a la mitología nórdica.
Periodo de construcción y finalidad
La época de construcción de estos monumentos se ubica en la Prehistoria reciente, con fechas que van desde 3.500 a 2.000 A.C.
Los crómlechs, como todos los monumentos megalíticos, eran esencialmente de carácter funerario, es decir, necrópolis. Sin embargo, su peculiar disposición y la extraordinaria monumentalidad y complejidad de algunos de ellos hacen pensar a muchos estudiosos en otro tipo de funciones complementarias, quizá templos o lugares de reunión para la comunidad.
Algunos investigadores llegan a sostener tesis astronómicas, sugiriendo que podrían haber sido observatorios de las estrellas o de los ciclos de la Luna. Estas suposiciones, aunque posibles (por ejemplo en Stonehenge, muy estudiado en este sentido), aún no han sido fehacientemente demostradas y son acogidas con suma prudencia por la comunidad científica.
Dimensiones
Las dimensiones varían de un sitio a otro. En Francia se pueden visitar crómlech con diámetros superiores a 100 metros (como la Crêperie de Carnac en Bretaña y los de de la Rigalderie y Peyrarines en el Gard). Los menhires que forman los crómlech varían en Francia entre uno y más de tres metros de alto. Algunos crómlech escoceses sobrepasan los cuatro metros de altura.
Localización geográfica
Crómlech dos Almendres, Portugal.
Hay crómlech notables en las islas británicas, especialmente en Escocia, las Órcadas y en Cornualles y también en Portugal.
Uno de los más famosos del mundo es el de Stonehenge, formado por varios círculos concentricos, y uno de los más antiguos de Europa el de Castlerigg, ambos en Inglaterra.
Fuera del continente europeo, hay círculos de piedras en África (Senegal, Gambia, Ghana, Etiopía Argelia…) pero no pueden considerarse crómlech stricto sensu ya que fueron construidos hace tan sólo algunos siglos. Y, según la definición comunmente aceptada, los crómlech son siempre construcciones prehistóricas.
En Francia se conocen crómlech en Bretaña (Crómlech de San Pedro en fr:Saint-Pierre-Quiberon, o el de la isla de Gavrinis ambos en el Morbihan, o en los extremos de los Alineamientos de Carnac), en Aquitania y en el Languedoc (en el yacimiento de fr:Causse de Blandas cerca del fr:cirque de Navacelles en el Gard se encuentran tres de los cuatro crómlech de la región). En el País vasco francés hay círculos de piedras de pequeño diámetro (una decena de metros) pero se cree que de hecho sólo son los contornos circulares de antiguos túmulos que han sido arrasados. Hay también un crómlech de unos 70 metros de diámetro en el fr:Petit-Saint-Bernard, en la frontera franco-italiana entre Saboya y el Valle de Aosta.
También hay un crómlech en el plateau des Combes encima de la cham des Bondons Lozère. El más majestuoso de sus menhires se conoce como el menhir de las tres parroquias, debido a su posición geográfica, en los límites de tres iglesias parroquiales del Antiguo Régimen.
También se encuentra un crómlech en Sailly-en-Ostrevent, en el Paso de Calais
En Portugal está el crómlech más importante de la península ibérica, el crómlech neolítico dos Almendres, a unos 12 km al oeste de Évora. Tiene varios recintos, uno de ellos formado por tres círculos de menhires y de unos 18 m de diámetro, y otro ovalado, de 43,6 m de eje mayor por 32 m de eje menor.
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El crómlech dos Almendres en Portugal.
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Les Bonnettes de Sailly-en-Ostrevent, Francia.
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Mull Hill, en la isla de Man, Reino unido.
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El crómlech de Nabta Playa, Egipto.
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Crómlech de Castlerigg, Keswick, Reino Unido.
Los círculos de piedras (harrespil) pirenaicos
También existen muchos monumentos de este tipo en el Pirineo central y occidental, cuyo nombre en euskera es harrespil. Su similitud con otros crómlech europeos reside en la forma (círculos de piedras clavadas en el suelo), pero son de pequeño tamaño: los hay cuyo diámetro no alcanza los tres metros, y hay pocos con más de quince. Sus piedras también son pequeñas. Los círculos, por lo general, están agrupados en número variable, y se sitúan en collados y cimas redondeadas. En ocasiones un crómlech rodea un túmulo e incluso un dolmen.
Los crómlech pirenaicos se asocian a la Edad del Hierro (primer milenio adC). En excavaciones realizadas se ha comprobado su función funeraria. Los cadáveres eran incinerados previamente, y sus cenizas se depositaban en vasijas de cerámica, o bien se rodeaban con losas pequeñas (formando una cista).
Su distribución geográfica abarca todo el Pirineo central y occidental, tanto al norte como al sur. Tiene una característica aún no explicada: por el oeste terminan bruscamente al llegar a los ríos Oria y Leizarán. En la divisoria oriental de la cuenca de este último río hay una importante cantidad de crómlech, pero en la divisoria occidental no hay ni uno sólo. Al oeste de estos ríos se han localizado muy pocos ejemplares, aislados y dispersos (1 en Álava, 5 en Vizcaya, 3 en Navarra...).
Seguro que más de uno de vosotros os habreís preguntado en alguna ocasión como podían hacer los Dolmens sin tener ningún tipo de maquinaría ¿Como podrían subir las Piedras arriba, o como enderezar y poner en pie Piedras tan pesadas. Os dejamos una teoria bastante generalizada de como podrían haberlo hecho. Si vosotros aportais cualquier otra teoría que se os ocurra hacernosla llegar en nuestro foro hay un premio muy "sustancioso" para aquel de vosotros que exponga la teoria más original.
"La construcción de un dolmen suponía un considerable esfuerzo de carácter colectivo, dado el nivel tecnológico del que disponían las comunidades neolíticas y también su estructura social. Las operaciones que había que desarrollar conllevaban un trabajo largo y pesado, en el que debía intervenir una considerable mano de obra bien estructurada, porque el esfuerzo físico a realizar era importante y su buena organización y planificación algo fundamental.
Los pasos básicos era cortar la piedra en los afloramientos que servían de cantera, tallar los bloques extraídos para ajustar la forma y medidas deseadas, transportar las piedras hasta el lugar elegido y por fin colocarlas tras haber preparado el terreno para ello. En diversas partes se han hecho ensayos sobre cómo se construía un dolmen y también numerosos cálculos del número de horas de trabajo y mano de obra precisa para trasladar los bloques y colocarlos.Cualquier estimación general es difícil ya que cada caso es distinto en función de la distancia de la cantera, número de bloques, peso y medida de éstos y características del lugar en que se ubica el sepulcro megalítico. En cualquier caso como mínimo serían necesarios de 20 a 200 hombres trabajando a la vez para que las operaciones fueran rentables.
Normalmente para obtener la piedra se aprovechaban las grietas ya existentes en los afloramientos, donde a base de cuñas de madera seca, odres de cuero o piel llenas de agua, a veces mechas de cuero, hachas de piedra y percutores, se ensanchaban las fisuras para marcar las superficies de fragmentación. Luego la alternancia de fuego y agua, los cambios térmicos, la acción de cuñas, etc. producía el resquebrajamiento de la piedra, hecho éste que según las condiciones podía ocurrir en pocos días e incluso en pocas horas, según las condiciones ambientales, geológicas y tecnológicas.
Una vez que los bloques habían saltado, eran tallados con utensilios de piedra hasta obtener la forma y el tamaño adecuados. El traslado podía hacerse con trineos, pero parece que fue más habitual la tracción humana ayudada por el deslizamiento sobre rodillos de troncos de árboles y sogas atadas a la piedra para el tiro. En ocasiones se acondicionaban las irregularidades del terreno para facilitar el transporte.
La colocación de los ortostatos o losas exigía de fosas de cimentación previamente efectuadas, donde con cuñas y palancas de madera se imbuían las piedras y enseguida se entinaban para sujetarlas. Luego estas fosas se llenaban con piedras pequeñas y tierra, mientras los ortostatos se calzaban con piedras medianas, cubriendo luego todo con tierra.
En los dólmenes más característicos del área alentejano extremeña el primer ortostato en colocarse era el de la cabecera, que se situaba frente a la entrada de la cámara. Suele ser el de mayores dimensiones. Luego se colocaban los de los lados apoyados unos en otros hacia el interior, de tal manera que el central recogía parte de la carga de todos los demás. Muy a menudo por el exterior se colocaban piedras de refuerzo.
Los corredores, que en la zona son estrechos y más bajos que la cámara, constituían el paso siguiente, con sus ortostatos también fijados en fosas de cimentación y calzados con piedras pequeñas.
Los túmulos se levantaban en último lugar, con una estructura interna que suele tener cierto grado de complejidad, con refuerzos y anillos de piedra que contenían las piedras sueltas y apelmazan las mismas. Por el túmulo se accedía a la colocación de la piedra horizontal que servía de cubrición a la cámara.
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En Europa se conocen más de 50.000 sepulcros megalíticos de distinta tipología, que cubren cerca de 2.000 años. Pero este número de sepulcros, por alto que pueda parecernos en principio, pone de manifiesto que si se utilizaron a lo largo de unas 80-100 generaciones, sólo unos pocos individuos se enterraron en ellos a pesar de su carácter colectivo, de su monumentalidad y del considerable esfuerzo y número de personas que intervinieron en su construcción". |